Hoy hemos empezado el camino a Sarria a través de un precioso camino a vera de un arrollo que hemos cruzado en un par de ocasiones por pequeños puentes de madera y atravesando pequeñas aldeas de 2 o 3 casas. Hemos podido visitar una casa privada que un extranjero tenía habilitada para que los peregrinos recen, descansen o toquen la guitarra y donde podías llevarte postal pintada por él.
Después de una buena subida hemos llegado al punto más alto de la etapa, a partir de donde hemos empezado a bajar cambiando rápidamente el paisaje por uno menos húmedo y frondoso conforme bajábamos.
Una vez pasado la mitad del camino hemos parado a descansar y a realizarle a Sonia una nueva operación de ampolla. Además de las ampollas de Sonia Mamen ha resentido una rodilla de las enorme bajada del día anterior y yo he terminado con los gemelos muy cargados aunque hemos mejorado en cuanto nos hemos dado unos masajes con la decena de ungüentos que llevamos.
Para llegar al albergue barbacoa, hemos tenido que atravesar casi todo el pueblo, estábamos cansados pero llegar a sido todo un alivio, ya que es un albergue estupendo muy nuevo y bien equipado, regentado por una joven pareja muy amable. Si venís al camino os lo recomendados.
Además tiene cocina que puedes usar para prepararte la comida que lleves (para cenar nos hemos hecho unas pizzas) y por 3 € tienes desayuno bufet.
Antes de la cenar hemos ido a sellar las credenciales a la iglesia donde varios peregrinos hemos empezado a cantar algunas canciones en latín de manera espontánea, ha sido muy emocionante.
Después de una partidora de cartas nos vamos a coger fuerzas para la etapa de mañana.
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