Hoy viajamos en bus hasta Piedrafita. Despues de dormir los primeros minutos (horas en algun caso) y una vez que ha salido el sol, casi siempre encapotado en estas tierras, hemos podido gozar del majestuoso paisaje Gallego, con un frondoso e interminable verde, solo roto por pequeñas casas perdidas entre las montañas y enormes viaductos que facilitan el transporte por estos parajes.
Antes de la subida a O Cebreiro, hemos cogido fuerzas con un estupendo desayuno de pan gallego, muy diferente al nuestro.
Con las pilas cargadas hemos iniciado la subida, aunque al principio nos parecia imposible hemos cogido el ritmo y no ha habido repecho que se nos haya resistido. Despues de una subida de poco mas de una hora nos hemos encontrado el primer escollo del camino: el albergue de o Cebreiro daba prioridad a peregrinos que venian de otras etapas, así que armandonos de fuerzas hemos andado 9 km mas, subiendo una etapa fortisima, con un desnivel de miedo,y aunque hemos estado a punto de desfallecer nos hemos portado cómo 3 jabatos y hemos subido en 2 horitas.La mayoría del camino la hemos hecho por carretera, pero también hemos disfrutado de frondosos caminos llenos de helechos y plantas maravillosas, adornadas por vivos colores verdes de varias tonalidades. Lo más destacado ha sido la subida del alto do poio, capaz de agotar hasta al peregrino más experto. El albergue ha sido una bocanada de aire fresco después de tan duro día. Estaba tan alto el albergue que la bolsa de patatas que llevábamos se ha inflado por la altitud, kiko jiji.Pero todo no podía ser así de bueno, el tiempo ha cambiado y la niebla y la lluvia son ahora nuestros compañeros del camino. Esperemos que mañana mejore.
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